Tu intuición es la herramienta más útil que posees.
No necesitas aprender a utilizarla. Tampoco es necesario desarrollarla.
Tu intuición ya está ahí. La has tenido siempre, pero quizá no la escuchas a menudo.
Deja de prestar atención por un momento a tus pensamientos, dudas, miedos y emociones,
y siente qué te dice tu intuición.